Gaitán no avalará a Rodríguez Signes como fiscal de Estado

El senador Santiago Gaitán anticipó que no dará acuerdo a la propuesta del gobernador Sergio Urribarri para que el ex diputado radical, Julio Rodríguez Signes asuma como fiscal de Estado. En contra del apoyo expresado por el Partido Justicialista, Gaitán tachó al abogado de “personero de Montiel” y le reprochó haber “embolsado cifras millonarias en juicios contra el Estado”.

P.B.

El senador por el departamento Paraná, Santiago Gaitán, sacudió la habitual modorra que afecta a la información política de los cálidos días de enero al hacer pública la primera diferencia política de importancia en el oficialismo provincial, que asumió hace un mes.
De vacaciones en Mar del Plata, y enterado de la noticia que daba cuenta de que la comisión de Asuntos Constitucionales del Senado no había recibido impugnaciones a los pliegos remitidos por el Poder Ejecutivo -se analiza también el de Graciela Bar para el Consejo General de Educación-, el dirigente de extracción gremial anticipó a EL DIARIO que no prestará su acuerdo para que el ex diputado radical Julio Rodríguez Signes, controle la Fiscalía de Estado de la provincia.
“Mi disidencia no se debe a algo personal, sino netamente político. Rodríguez Signes fue un personero del gobierno de (Sergio) Montiel que dejó un caos en la provincia”, sostuvo.
Para Gaitán no alcanza con que el ex presidente de la Cámara de Diputados haya marcado diferencias primero y luego impulsado el juicio político contra el ex mandatario, lo que le valió en ese momento la expulsión del radicalismo, que luego apeló y ganó (todavía es afiliado radical).
Anticipó que en la sesión prevista para el 30 de enero votará en contra del pliego remitido por el gobernador Urribarri también por un motivo que excede lo estrictamente político partidario. “El futuro fiscal de Estado -remarcó- embolsó cifras millonarias en juicios contra el Estado provincial defendiendo asuntos particulares. Hace muy poco obtuvo millones accionando contra la Provincia ya ahora se cambia de vereda”.
Con todo, sus diferencias no superan el status del gesto político, dado que no tiene previsto traducirlas en una impugnación formal al pliego. El plazo para hacerlo vence hoy, según se informó desde el Senado, pero la noticia de que Rodríguez Signes sería fiscal de Estado de la gestión Urribarri se conoce desde mediados del año pasado.
“Yo respeto la orgánica del bloque, pero mi concepción política me impide en esta oportunidad acompañar al resto de la bancada”, señaló.

APOYO DEL PJ. En una adhesión dirigida al presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado provincial, Aldo Ballestena, el vicepresidente del Consejo Provincia del Partido Justicialista, José Cáceres, sostiene -en tal carácter- que “como militante político del peronismo, no puedo menos que respetar a un militante de la UCR, a quien en diversas circunstancias me tocó enfrentar como un digno adversario representante de un gobierno radical”.
“Seguramente la historia lo recordará por sostener las banderas que dieron origen al radicalismo en su rol de Presidente de la Cámara de Diputados y en el tesón con que intentó infructuosamente llevar a juicio político a Sergio Montiel, acaso el peor gobernador de la rica historia entrerriana”, señaló el diputado provincial.
En otro párrafo, rescató “la actitud del gobernador Sergio Urribarri de nombrar al frente de una institución tan importante, tan estratégica para el control del Estado y la defensa de los intereses estatales a un hombre de la oposición”.
“Tal gesto, de espíritu democrático, republicano y participativo, debería de ahora en más institucionalizarse para que trascienda el carácter destacable de la persona en cuestión y, por eso, como diputado y dirigiéndome a los señores senadores, es que hago notar este punto para obrar en consecuencia”, subrayó Cáceres.

Uno y otro

MIENTRAS GAITÁN PUSO EL ACENTO en lo que se podría llamar el primer Rodríguez Signes, aquel que acompañó y defendió el andamiaje legislativo inicial de la gestión de Gobierno que asumió en diciembre de 1999, Cáceres rescató el otro Rodríguez Signes, el que poco tiempo después y desde al presidencia de la Cámara de Diputados fue uno de los legisladores radicales díscolos que se aliaron al peronismo en los sucesivos intentos -algunos serios, otros un tanto impostados- por desalojar a Sergio Montiel del Ejecutivo a través del instituto del juicio político.
Las embestidas contra Montiel fueron varias, pero la que llegó más lejos ocurrió en abril de 2002 y naufragó debido a un acuerdo nunca explicitado del montielismo con un sector del peronismo que tuvo como rostro visible al diputado Félix del Real.
Lo que vino después contribuyó simplemente a profundizar el desgaste propio de los gruesos desaciertos del gobierno radical y Rodríguez Signes resultó funcional a esa estrategia que allanó el regreso de Jorge Busti al poder.
Por esos días, Urribarri era uno de los hombres fuertes del bustismo en Diputados y tejió amistad con el abogado al que ahora confiará los intereses del Estado provincial.

Fuente:http://www.eldiariodeparana.com.ar/textocomp.asp?id=136739